Los continentes adquieren,
paulatinamente, el aspecto y situación actuales aunque, al principio, el océano
Atlántico era bastante más estrecho. Se divide en varios periodos: el Paleoceno,
de 65 a 56 millones de años; el Eoceno, de 55 a 38; el Oligoceno,
de 37 a 24; el Mioceno, de 23 a 6; y el Plioceno, de 5 a 1,7.
Paleoceno.
Marca
el final en la desmembración del supercontinente Pangea que empezó a separarse
en los comienzos del mesozoico temprano. Los movimientos de la tectónica de
placas separaron finalmente la Antártica de Australia; en el hemisferio norte,
el fondo marino en expansión del Atlántico norte ensanchado alejó Norteamérica
de Groenlandia. Al haber desaparecido los
dinosaurios al final del cretácico, el periodo precedente, la vida mamífera
empezó a dominar en la Tierra. Los principales mamíferos que aparecieron fueron
los marsupiales, los insectívoros, los lemures, los creodontos (ancestro
carnívoro común de todos los félidos y los cánidos) y animales ungulados
primitivos a partir de los cuales fueron evolucionando diversos grupos como los
caballos, los rinocerontes, los cerdos y los camellos.
Eoceno.
En
el hemisferio occidental, se alzan las grandes cadenas montañosas que se
extienden hacia el norte y el sur en el oeste de América. Continúa la rápida
evolución de nuevos órdenes de mamíferos.
En Europa y Norteamérica aparecieron al mismo tiempo formas ancestrales
del caballo, el rinoceronte, el camello y otros grupos modernos, como los
murciélagos, los primates y roedores similares a las ardillas. Muchos de ellos
eran muy pequeños en comparación con las formas actuales. Los carnívoros de
aquel entonces, llamados creodontos, fueron el tronco del que evolucionarían
los perros y los gatos modernos. El final de esta época fue testigo de la
primera adaptación de los mamíferos a la vida marina.
Oligoceno. Los
mamíferos dominan la vida terrestre. Aparecen équidos antecesores de los
actuales caballos, camellos del tamaño de ovejas, y los primeros elefantes,
carentes tanto de colmillos como de trompa. Los creodontos se habían
diferenciado y dan paso a los antecesores de los actuales perros y gatos. Los
roedores estaban muy extendidos, y entre los primates se encontraban el tarsero
y el lémur. De los estratos del oligoceno se han extraído huesos de los
primeros monos del Viejo Mundo, así como los de una única especie de gran
simio.
Mioceno. Aparecen
el mastodonte, el mapache y la comadreja. Durante esta época, los grandes
simios, relacionados con el orangután, vivían en Asia y en la parte sur de
Europa.
Plioceno. En
el oeste de Norteamérica, la subducción de la placa tectónica del Pacífico
contribuyó a la elevación de sierra Nevada y de la cordillera volcánica de las
Cascadas. Los mamíferos se habían establecido desde hacía tiempo como la forma
de vida vertebrada dominante y es durante el plioceno cuando se produce la
evolución de un grupo de primates, los homínidos, con diversas especies, desde
los Australopitecinos al Homo habilis y al Homo erectus, consideradas
antepasados directos del Homo sapiens.
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